ÁCIDOS GRASOS OMEGA-3 Y OMEGA-6 EN DEPORTE:
Los ácidos
grasos omega-3 y el omega-6 son conocidos por todos como esenciales ya que son
importantes para nuestra salud y porque el organismo no puede producirlos por
sí mismo; sino que tiene que incorporarlos mediante alimentos. Algunos de los alimentos que contienen omega-3
son el pescado azul, plantas de hojas verdes o ciertos aceites vegetales;
mientras que el omega-6 se puede encontrar en el maíz, las semillas de girasol
o en algunas carnes de animales que hayan sido alimentados con estos productos.
Actualmente,
la dieta occidental, supone un desequilibrio entre estos dos ácidos grasos, ya que aumentado notablemente el
consumo de alimentos ricos en omega-6, mientras que se ha reducido el de
omega-3. Esto supone problemas tales como la menor eficacia de la actuación fisiológica
del omega-3, y por tanto, menor aprovechamiento del mismo.
Pero,
además de los beneficios que produce en la población general, estos ácidos
grasos tienen un valor añadido en el caso de los deportistas.
Bien se
conoce que al someter a nuestros músculos, tendones y articulaciones a grandes
esfuerzos durante el ejercicio físico, se pueden llegar a producir
lesiones, provocando reacciones
inflamatorias que afectan a nuestro rendimiento. Pues bien, la familia de los ácidos grasos
omega-3 posee, entre otras, la acción anti-inflamatoria. Recientes estudios demuestran
que este ácido graso esencial ayuda a reducir los síntomas de enfermedades
inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide. Además, no se puede dejar pasar su efecto
anti-trombótico y vasodilatador, que aumentan la fluidez de la sangre y, por
tanto, se favorece el transporte de oxígeno.
El caso
del ácido graso omega-6, es diferente. Hasta ahora se pensaba que era un
precursor de las enfermedades cardiovasculares debido a su comportamiento
protrombótico, vasoconstrictor y proinflamatorio (al contrario que el omega-3),
pero estudios recientes de la Sociedad Americana del Corazón, concluyó que
incluir entre 5-10% de este ácido graso en nuestra dieta, ayuda a reducir este
tipo de enfermedades.
Por lo
que con estos datos, se puede concluir, que lo ideal para que estos ácidos
grasos nos proporcionen beneficios sería incluirlos en nuestra dieta en las
proporciones correctas. Lo relación omega-3/ omega-6 ideal según los expertos
sería 2:1.
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