Combinar el entrenamiento de fuerza con ejercicios aeróbicos es un tema polémico en el mundo del fitness. El motivo de introducir ejercicios aeróbicos en los programas de fuerza es eliminar grasa excedente, mejorar el sistema cardiovascular y la resistencia, y asegurar las correctas recuperaciones durante los entrenamientos de fuerza. La polémica se encuentra en que durante estas formas de trabajo existen interferencias negativas. Por ejemplo el entrenamiento aeróbico estimula el numero de mitocondrias donde se crea la energía a partir de las grasas, mientras que el entrenamiento de pesas tiende a detraer este aumento. Por otro lado, el entrenamiento con pesas ayuda a aumentar los niveles de hormonas anabólicas, al contrario que con entrenamiento aeróbico.
Un estudio de 2007 descubrió que realizar el entrenamiento de pesas antes que el ejercicio aeróbico creaba un ambiente hormonal que favorecía la quema de grasa, al aumentar la concentración de efedrina, norefedrina y hormona de crecimiento, y reducir la insulina.
Teniendo en cuenta esto, se puede llegar a la conclusión de que TANTO EN HOMBRES COMO EN MUJERES REALIZAR ENTRENAMIENTO DE PESAS A ALTA INTENSIDAD ANTES DEL EJERCICIO AERÓBICO ES FAVORABLE PARA QUEMAR GRASA.
Para obtener mejores resultados, se debe comenzar tan pronto como sea posible después de completar el entrenamiento con pesas. Los estudios demuestran que esperar dos horas erradica la oxidación de grasa provocada por el entrenamiento de pesas.
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